viernes, 17 de septiembre de 2010

La lección de Cynthia…

muneca-de-trapo

Esta entrada no pretende ser de ninguna forma una crítica a las mujeres que trabajan de sol a sol en una oficina, por cualquiera que sea el motivo, desde convicción hasta diversas circunstancias personales que las orillen a ello, para ellas todo mi respeto y mi admiración, esta es apenas, como cada entrada del blog, un trozo de vida que les quiero contar como si estuviéramos en la sala de esta su casa alrededor de una mesa llena de tazas de café y migajas de galleta.

Empecé a trabajar a los 16 años en la televisora local, años después seguía combinando el trabajo y el estudio, primero por servicio social y luego porque me era urgente iniciar mi vida profesional, comenzar a construir lo que en aquél momento yo percibía como mi futuro ideal, incluyendo tener un puesto de dirección en alguna empresa trasnacional, relacionado claro, con mis estudios.

La cosa no iba nada mal, a los 22 años ya era Encargada (así era el puesto, lo juro, “Encargada”) de Capacitación en una empresa del ramo automotriz, allá por 1997, en 1999 entré a la misma área en otra empresa, donde estuve hasta 2001 con un puesto muy similar, luego vino el matrimonio, intentamos abrir un pequeño negocio propio que no funcionó, así que comencé a buscar trabajo otra vez y afortunadamente no fue muy complicado encontrarlo, entré de nuevo a una empresa muy grande, a la que renuncié al enterarme de que estaba embarazada, en ese momento lo hice, pensando en disfrutar mi embarazo, los horarios, que no las actividades, eran muy estresantes y como Mamá primeriza quería que todo fuera perfecto, así que lo hice sin remordimiento alguno.

Luego el embarazo transcurrió en completa paz y yo siempre tuve en mente volver a trabajar, estaba todo dispuesto, mi hija entraría a la guardería después de cumplir seis meses y yo me reintegraría a la vida laboral, cuando ella llegó, yo no me le separaba ni un segundo, mi Mamá dice de broma que la tuve quince meses en mi vientre, nueve por dentro y seis por fuera, en realidad poco menos de seis.

Cuando había cumplido cinco meses surgió la oportunidad de dar clases y acepté, eran pocas horas y me quedaba mucho tiempo para estar con ella, no quería llevarla todavía a la guardería, eran tan pocas las horas que ocupaba en las clases que me parecía injustificado, así que no lo hice, mi Mamá me echaba la mano con ella y todo parecía estar en orden, antes de terminar aquel semestre universitario, me llamaron de una empresa importante a la que durante mucho tiempo quise entrar y simplemente la oportunidad no estaba dada, un consultor que había sido mi proveedor de cursos en otra empresa, era ahora el Gerente de Desarrollo Organizacional y ni siquiera recuerdo cómo, el caso es que nos topamos de nuevo y me invitó a trabajar con él.

El empleo era un trabajo soñado para alguien de mi carrera (Comunicación Organizacional), el puesto era “Especialista en Desarrollo Organizacional”, entré como todos por un “proyecto” a tres meses sin promesas de algo estable etc etc, a punto estaban de cumplirse el primer mes cuando me informaron que la responsable de Comunicación había anunciado su renuncia debido a su embarazo y me ofrecieron… pues no precisamente su puesto sino una fusión de funciones entre el suyo y el mío, ahora sería “Especialista en Desarrollo Organizacional y Comunicación” y estaría a cargo de la comunicación interna, la intranet y otras hierbas, yo brincaba de gusto, no podía creerlo, el ofrecimiento venía acompañado de un sueldo nada despreciable, contrato indeterminado, prestaciones, en fin, literalmente, un sueño profesional por fin cumplido.

Mi pequeña para ese entonces había ya ingresado a la guardería y aunque mi horario supuestamente era de 8am a 5pm la verdad es que pocas veces se cumplía, era una de esas empresas en las que es muy mal visto retirarte antes que tu jefe (aunque él esté en su oficina enviando forwards o leyendo el periódico) y había que buscar algo que hacer hasta entonces, y otra veces en verdad había una carga excesiva de trabajo y tenía que quedarme hasta las diez u once de la noche, para rematar, la empresa tenía cuatro turnos (sí, cuatro) y a veces tenía que ir a tomar fotos o dar cursos o lo que fuere, a las dos de la mañana o en cualquier otro momento que fuera adecuado para captar a la mayor cantidad de personal.

No es mi interés victimizarme, era un trabajo que disfrutaba por la naturaleza de mis labores, el único problema era que salía tan temprano de casa que mi bebé estaba dormida y llegaba tan tarde que la encontraba dormida otra vez, extrañaba el sonido de su risa y hasta de su llanto, me platicaban lo que había hecho durante el día y a veces estaba demasiado cansada como para escuchar lo que mi entonces esposo y mi hermana tenían para contarme.

En una ocasión, la orientadora de su escuelita nos llamó para la entrevista de rutina, recuerdo perfectamente lo que me dijo: “los niños llegan a nuestra vida, no nosotros a la de ellos, son ellos los que tienen que adaptarse”, los que aquí leen podrán pensar lo que quieran acerca de las palabras de la orientadora, yo sólo sé lo que sentí, me dolió pensar que mi hija me extrañaba como yo a ella pero siendo tan chiquita, como podía entender lo que sentía? como podía manejar algo que ni siquiera sabía que tenía un nombre?

Desde ese día asistí a mi trabajo, no con un sentimiento de culpa sino con la reflexión constante de poner las cosas en una balanza y saber si podía encontrar un punto de justo equilibrio, en esas estaba, con su foto en mi módulo y las llamadas constantes de mi hermana contándome lo que estaba haciendo, avisándome si le había dado fiebre y que acciones había tomado, si había hecho algo gracioso o que ella consideraba relevante, recuerdo una vez que llegué a casa y mi hermana me dijo que a mi bebé le estaba saliendo su primer diente, corrí a su cuna y así dormidita, le abrí un poco la boca para alcanzar a ver la línea blanca que anunciaba su dentición.

Así pasaron los días, el debate interno continuaba y las cosas que parecieran triviales pero que hubiera querido no perderme ni un segundo, seguían ocurriendo.

Era ya la época decembrina y como cada año en la empresa, llevaban cartas de diferentes casas hogares y asociaciones, escritas por los niños a su cuidado, pidiendo los juguetes que deseaban recibir, los empleados de forma voluntaria elegíamos una cartita para “patrocinar”, en mi caso, Cynthia, de tres años, su nombre completo tenía cierta coincidencia con el de mi hija y por eso la elegí, tenía un tumor cancerígeno pero al parecer el tratamiento iba bien, era la Mamá quien escribía la carta, todo lo que pedía era una muñeca musical.

Fui a buscar la muñeca, encontré una muy parecida a mi “Mary Pecas” mi muñeca favorita cuando era niña, sin dudarlo la compré, la envolví y al día siguiente fui a entregarla a la asistente del Director, responsable de esa actividad, quien me dijo que por qué no la entregaba personalmente, de cualquier modo pensaban pedirme que fuera a tomar fotos para la revista interna de la compañía y yo acepté, no recuerdo si era a los dos o tres días, pero era casi enseguida.

La esposa del Director de Ingeniería era la Presidente de la asociación y cuando llegué al Hospital Hidalgo, ya me estaba esperando para guiarme al área donde estaban los pequeños con sus Papás, no recuerdo su nombre, pero tendría que investigarlo, es de verdad, una mujer admirable.

Una vez en la sala en la que se encontraban niños y Papás, empezamos a repartir los regalos, la Señora decía el nombre del peque y una enfermera buscaba entre las cajas la etiqueta con su nombre y lo entregaba mientras yo tomaba fotos, después de un rato de buscar a Cynthia con la mirada, a quien no conocía pero esperaba reconocer por la edad, desesperada como soy, me acerqué a la Señora para preguntarle por ella porque quería darle el regalo personalmente, entonces recuerdo bien que me tomó del brazo, y con una mirada tristísima me dijo: “ay Tania”… no necesitó decir más, se me salieron las lágrimas y ella confirmó lo que yo creí entender, “acaba de fallecer” me dijo, empecé a llorar con más fuerza, no podía contenerme, me sacó al pasillo y me dijo: perdón pero voy a pedirte que te vayas, no es bueno que los niños te vean así, vamos a darle la muñeca a otra pequeña, muchas gracias por todo" y regresó a la sala.

Salí del hospital algo aturdida y seguí llorando, le llamé a mi Jefe que se asustó por la forma en la que lloraba sin poder contenerme, me preguntó si podía regresar o si mandaba a alguien por mi, respondí que regresaría.

Al fin tranquila, pero sin poder dejar de pensar en la pequeña que nunca conocí, seguí trabajando y el día transcurrió casi de forma normal, algunos días después mi hermana llamó gritando de alegría, estaba sinceramente emocionada y me repetía: “Luna se sentó, se sentó solita!!! ya le tomé foto para que la veas” le agradecí, colgué el teléfono y fui a la oficina de mi jefe a presentar mi renuncia, sin duda alguna.

Creo que no cabe más explicación para lo que me sucedió, para lo que entendí en ese momento, sé que disto mucho de ser una madre perfecta, que quizás es imposible estar en cada momento importante en la vida de mi hija pero también sé, que haré lo posible por no perdérmelos.

Ahora, las circunstancias han cambiado un poco, su Papá y yo estamos separados, en un civilizado divorcio en el que ambos tratamos de balancear nuestras actividades con la atención que ella merece, está más grande y entiende las cosas de una forma que a veces a nosotros nos cuesta trabajo.

Y yo, no dejo de recordar el nombre de Cynthia de desear que hubiera vivido para cambiar la vida de más personas, para ir a la escuela, para crecer, para jugar, para ser y hacer todo lo que su potencial le permitiera.

Pero la vida es así de inexplicable y hay que vivirla con toda el alma.

En memoria de Cynthia G. L.

9 comentarios:

  1. Tania, me conmovio muchisimo tu entrada.. quiza como dices, los que somos Padres (pero de verdad Padres, no los que tienen hijos) tenemos una sensibilidad diferente, magica e irreversible.

    Somos capaces de todo por nuestros hijos, yo llevo 5 años en una empresa que -sin animos martirizarme, no deja crecer mucho pero seguire, porque es de Lu/Vi y saliendo a las 17, para ver a mis hijos toda la tarde; regrese de MTY, deseche propuestas de muchos lugares, regrese de paises, por mis hijos.

    Para y por ellos, todo.

    Que Dios tenga en su gloria a Cynthia y bendiga a su Mama, a la Pulga y a ti. Abrazos muchos.

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  2. Tania, yo soy de los que "tienen hijos" y que no nacimos para padres; y, sin embargo, tu entrada me tiene otra vez chille que chille. Creo que el ser un poeta me ofrece una condición de ser muy por encima de los padres y las madres y l@s hija@s. Tu escritura hizo resonar fuerte mi corazón de ser humano y me dio una nueva lección de este nuevo modo de ser humano que estamos inventando e intentando por estos medios. Entendí muchas cosas de tu ser noble y hermoso, e iluminaste muchos puntos oscuros del mío. De eso se trata esto de escribir en auténtico. La próxima semana me encontraré con Mónica Mendiola Manteca, mi hija; después de 32 años sin vernos. Tendré muy presentes tus palabras al contemplarla y ver lo ruda que es la vida y lo difícil que es perdurar en el tiempo. Le daré un gran abrazo por ti y por tu Luna que es nuestro Sol. Felicidades. Muchas gracias.

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  3. Tania, su texto además de provocarme el efecto #ojitoRemi, me hizo recordar muchos eventos de mis Diamantes, que me perdí, por el trabajo. Creo que a estas nuevas generaciones de padres, nos cuesta mucho el perdernos momentos mágicos, de nuestros hijos. De la misma forma, recordé el dolor que se siente el perder un ser que no se conoció y que tenia todo un futuro, me explico ahora, durante mi adolescencia, junto con mis hermanos cuidábamos niños, por increíble que le pudiera parecer, de los 3 bebes que cuidábamos, recuerdo mucho a uno (Hector) que infortunadamente falleció a la edad de 16, regresando de una fiesta con amigos. Fue tan doloroso, porque lo vi crecer desde los 3 meses.

    “los niños llegan a nuestra vida, no nosotros a la de ellos, son ellos los que tienen que adaptarse”.

    Tal ves esa orientadora tuviera razón, sin embargo, los niños llegan a nuestra vida para hacernos mas felices e iluminar nuestros días con sus sonrisas.

    Paz para Cynthia, bendiciones para tu Pulga, para ti y toda tu familia.

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  4. Definitivamente sucede que el NACIMIENTO y LA MUERTE son los acontecimientos que más marcan la existencia, dejando experiencias y huellas imborrables.

    Es en ese tipo de experiencias donde la vida se encarga de poner a prueba al ser humano, obligándolo a mostrar su esencia. Un acontecimiento como la muerte de Cynthia puede ser el mismo para todos, pero la percepción individual definirá cómo lo toma cada ser humano, el espíritu de cada quien interpretará el mensaje que la vida está poniendo enfrente de diferentes maneras y así surgirá el Ser que cada quien lleva dentro.
    En momentos así se define quién es qué. Quien es Rey o reina, hechicero, guerrero, curandero, peón, ganador o perdedor.

    La visión de algún ente sensible podría haberle marcado para dedicar su vida a la lucha contra el cáncer. A otra persona a hacer felices a todos los niños que pudiera, a otros con enfoque más allá de la autocomplasencia les movería a hacer lo que tengan que hacer, incluso sacrificar el tiempo con los hijos por lograr lo que se han propuesto, a otros más místicos el acontecimiento invitaría a reflexionar sobre el porqué de la muerte de esa persona en esas circunstancias y el porqué y la intención de la muerte de cada quien...

    Es un gran gusto conocer en usted al Ser que poco a poco la vida ha ido revelando. En cada escrito suyo nos muestra diferentes aspectos del ser humano. En este caso, como en otros, una madre amorosa tomando conciencia de lo breve de la existencia.

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  5. Ahora sí me hizo llorar, doña... =(
    Yo no juzgo a mi madre, pero a veces me hubiera gustado que hubiera tomado la misma decisión que usted, tal vez ahora las cosas serían muy diferentes, pero en fin, como dicen mi abues: Dios sabe porqué hace las cosas.
    Yo soy de las personas que piensan que uno está aquí por una razón y estoy segura que Cynthia también tenía su motivo.
    De verdad le agradezco que siga compartiendo pedacitos de usted aquí, porque igual y no convivimos mucho tiempo, pero con cada entrada publicada conozco un poco más de usted y la quiero mucho más =)
    Y ya sabe, ya se lo dije por msn y se lo repito por aquí... si necesita algo, aquí andamos, siempre que esté en mis manos ayudarla aunque sea un poco, así será.
    Saludoxxx

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  6. Valladares....si soy yo quien mas te llama Valladares acaso? mira que hasta hoy te escribo(bien que te leo siempre)....ahh espera dejame comienzo con una porra....bueno mejor imaginatela ya.....

    sabes que me encanto este texto, porque nos muestras claramente el acertijo que muchas mamas debemos tomar...mis sueños profesionales o mis hijos....y desde que tienes hijos te das cuenta de que los hijos no contribuyen a tus sueños profesionales, si buscas sueños con los hijos no se igualan a la satisfaccion de los sueños de ser una verdadera mama pero tons para que estudiaste done estas tu como mujer como profesionista como individuo .....

    Creo que todo lo que esta debajo del sol tiene su TIEMPO....hay tiempo de nacer, tiempo de morir, tiempo de amar, tiempo de odiar, tiempo de reflexionar, la cosa es que la mayoria estamos viviendo el hoy planeando el mañana y añorando el ayer y no vivimos el hoy.....no nos damos realmente tiempo para el hoy y un hijo va a estar contigo solo un tiempo y a volar.....y ese tiempo hay que vivirlo compartirlo disfrutarlo y un trabajo tambien tiene su tiempo, tambien hay que gozarlo vivirlo y disfrutarlo y saber cuando comienza a matarte.....y hay que encontrar el equilibrio entre ambos.....

    Me gusta saberte satisfecha con tus logros profesionales y saber que no quisiste mas sencillamente porque no lo necesitas, en tu familia en tu vida y en ti misma hay mucho mas que un cheque quincenal y solo una foto de tu familia en el escritorio...

    Es mejor tener lo necesario, sin necesitar verdaderamente nada y recordar por siempre las sonrisas diarias de tu chaparra y escuchar en vivo las voces de la gente que te quiere....

    Un beso nos vemos que ya llego el novio.....y a dar de cenar ya ni lo releo....besos Karina la flais!!!

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  7. te lo dije el otro día... eres una gran persona!

    El tiempo avanza y lo hace hacia adelante, tu elegiste...

    Asi como todos tenemos la posibilidad de elegir. Cynthia cumplió su propósito en en este mundo! y salvó a una madre,tu estás haciendo lo tuyo a través de esta entrada y quizas puedas salvar a muchas mas... creo que las experiencias son para compartirse y de esa forma enriquecernos unos a otros...

    Es un placer leerte en mi tl dia con dia un abrazo!

    Sigue disfrutando a la Pulga, ahora es el tiempo... y después también

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  8. Comaye... gracias por hacerme recordar que aunque mi trabajo no es el que mas me remunera $$$ si es el que me da mas tiempo para estar con "el dueño de mis quincenas"

    Vivi una situacion mas o menos similar en el sentido de que trabaje por un buen puesto y solvencia economica para tenerlo "todo" antes y durante los primeros años de vida de mi "enano" Gracias a Dios me liquidaron y digo "gracias" porque al estar en casa y poder "re-conocer" a mi hijo no hubiera valorado que era mas importante ESTAR que solo DAR...

    Hoy dia puedo pasarlo a dejar a la escuela, hacer las tareas con el, darle de cenar, llevarlo a la cama y estar fines de semana enteros con el...

    Pa' que me haces llorar!!!

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  9. ... los hijos.
    Y el corazón se abre nuevo, el universo se vuelve nuevo y reluciente, justo cuando nosotros, viejos y gastados, creíamos todo perdido, o peor aún, creíamos conocer todo.
    Te mando un beso grande, como un beso grande.


    T

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