viernes, 18 de junio de 2010

No sé de futbol


En temporadas mundialistas todos los medios se llenan de comerciales misóginos que hacen mofa de “las viudas del fútbol” pobres mujeres olvidadas cuyo contacto más cercano con sus hombres se limita a acercarles la botana mientras ven su partido favorito.

Yo veo otra realidad, vivo otra realidad, algunas mujeres verdaderamente apasionadas por el futbol que conocen bastante del tema, otras que les importa un rábano y celebran que sus maridos tengan algún entretenimiento que les permita salir con sus amigas sin mayor cuestionamiento, es pues, una distancia que se agradece, no se sufre! Y otras que como yo, decidimos entregarnos a la pasión…futbolera y con un desconocimiento total del deporte nos desgañitamos gritando GOOOOOOOL!!!!!!!, ÁRBITRO VENDIDO!!!!!!!!!! o cualquier otra consigna que se antoje necesaria.

No sé de futbol porque las pocas veces que me he dedicado a la práctica de un deporte ha sido alguno individual, de egoísta que soy, que quieren que les diga?, durante el bachillerato estuve en la selección de basquetbol, oh si, con todo mi metro y medio, era una bala robando balones, pero después de muchos corajes y un dedo roto decidí dedicarme a cosas menos competitivas y más in como los aerobics, más tarde el spinning, la natación, en fin, era el deporte por hacer alguna actividad física, por estar en forma, por cumplir con un estilo de vida integral, no por aquella pasión que te arrastra a ser el mejor, no no, lo mío lo mío, no es el deporte.

Mi Papá, como muchos otros hombres, sin duda, es de esos que llegan y prenden alguno de los 10 canales deportivos a su disposición y se emocionan viendo un partido de dos horas del deporte nacional de Rwanda y todavía grita como si entendiera un carajo, siempre ha sido así, aplica también para el básquet, tenis, beis, lo que sea, todo ve, todo le gusta, todo lo anima. En sus tiempos infantiles jugó futbol como casi todo niño en México, ese de barrio, de cascarita, de torneos escolares, sin más pretensión que la de divertirse, luego, más grande formó parte de algunos equipos aunque no oficiales, constantes, de las primeras fotos de mi hermano bebé, recuerdo una en la que aparece con todo el equipo de fut de mi Papá…por cierto, era difícil distinguirlo del balón.

Después estuvo en equipos de básquet, cuando llegamos a vivir a Aguascalientes, lo primero que hizo fue inscribir a toda la familia en un club deportivo que por cierto yo odiaba, ya ni existe pero en aquel entonces, la crema y nata de la sociedá asistía ahí…eran odiosos. La raqueta me sacó llagas en las manos y en mi primer clase de atletismo me picó una abeja en la pierna, lo dicho, aquello no estaba dado para mi, mi hermano era bastante mejor en esas disciplinas y mi hermana de plano no tenía ningún empacho en mostrar su total desinterés hacia el tema. Total que mi Papá siguió jugando básquet cada vez que podía y donde podía hasta que un fulano le cayó encima partiéndole una rodilla, problema que le aqueja hasta estos días y ahí acabó la cosa.

El caso es que la pasión que vertía en la cancha, la vierte ahora en el sillón, entiendo su pasión, no la comparto, me involucro por lo menos, pero no la siento, digo que soy Chiva y apoyo al Necaxa, me siento junto a él en todos los partidos que puedo y grito, afirmo y critico al ritmo que él marca, más por convivir con él que porque como dije antes, me importe un bledo o entienda un ápice.

No sé de futbol, pero me encantan los gritos de mi Padre vitoreando las buenas jugadas, tomando el papel de Director Técnico, gritando lo que debe hacerse como si estuviera convencido de que lo escuchan, tiene además un particular estilo para mentar madres, es gracioso y certero. En el partido México - Sudáfrica, cuando en una de tantísimas llegadas nomás no metían gol, se incorporó de su sillón, se rascaba la cabeza y se jalaba los pocos pelos que le quedan en la nuca mientras gritaba: “ME VAN A MATAR DE UN PINCHE CORAJE!!!” yo no paraba de reír, lo disfruto tanto.

Ayer, en el partido México – Francia yo no sabía si el llegaría a tiempo para verlo y arrastré a mi socio (literalmente) hasta un bar para verlo, se reía mientras yo trataba de convencerlo y me decía: eres bien futbolera verdad?, le respondí que no, que sólo cuando jugaba la selección, el pobre al fin más por hartazgo que por verdaderas ganas de asistir, me acompañó, yo gritaba, aplaudía y le tomaba a mi chela mientras el conseguía la clave de internet para conectarse y poder avanzar en el trabajo, eso sí, luego del primer gol se unió a la fiesta y nuestro grito resonó junto al de los otros comensales: CHICHAROOOOOOOOOOOO!!!!!!!

No sé de futbol, pero siempre me conmueve ver a un futbolista llorar después de una derrota a pesar del mayor esfuerzo, besar la camiseta de su equipo, gritar tan fuerte que parece que se le va a dislocar la quijada si abre un poco más la boca, abrazar a sus compañeros sacudiéndoles la cabeza mientras el grito continúa, correr de brazos abiertos por la cancha celebrando su hazaña, me enciende el grito de la tribuna cuando se levantan de su asiento en perfecta sincronía y con los brazos en alto.

No sé de futbol, pero celebro la pasión en todas sus formas. Eso sin duda, lo aprendí de mi Padre.

Y QUE VIVA MÉXICO CABRONEEEEEEEEEES!!!!!!

3 comentarios:

  1. El futbol es una actividad lúdica. Mediatizada, movida por intereses económicos, muy cierto, pero es lúdica al fin y al cabo.
    Hay gente que se ufana de profundidad e intelectualidad y mira a quienes gustan por el futbol como subdesarrollados mentales, enajenados por la frivolidad y como parte de una masa amorfa e ignorante. Yo no lo creo.
    He sido desde siempre un gran seguidor del buen futbol, lo practiqué e incluso pude convertirlo en mi profesión, y en ningún momento siento que haya mermado mis habilidades intelectuales.
    Que es absurdo que 22 hombres anden detrás de un balón, puede que si, pero es más absurdo y estúpido que miles de hombres se confronten unos con otros y maten en un campo de batalla a otros seres humanos que nunca habían visto y que nada les habían hecho.
    Prefiero mil veces ser absurdo de la primer forma. Genial disfrutar por un tiempo de una justa deportiva que da la oportunidad a culturas tan lejanas y dispares de encontrarse, de convivir en un campo de juego. Al final, con o sin mundial nuestros problemas como país llevarán el mismo curso.
    Celebro que haya gente que aún tenga cosas con las cuales alegrarse y celebrar, o entristecerse, porque eso significa que seguimos siendo seres humanos...

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  2. El futbol es mucho más que 22 peladitos corriendo detrás de un balón...
    Yo tampoco soy fan de los deportes y aunque no llegué a tener un dedo roto, yo también los dejé luego de intentar en el basket...
    Tengo que admitir que yo prefiero mil veces ver un partido en vivo y en directo, sentada en el estadio y gritando como loca aunque la porra contraria me quiera matar, pero aún así... los partidos de México, con mis papás y mi hermano... no me los pierdo por nada.
    Un abrazo, doña...
    Se le extraña
    Saludoxxx

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  3. Amo el futbol. Algún día "El Flaco" Menotti, director técnico y filósofo del futbol, de orígen argentino, dijo que "el futbol, es lo más importante, de lo menos imporante". Y así lo considero. De joven, siendo americanista y radicando en San Luis Potosí, me movía a los lugares no tan distantes donde jugaba el equipo de mis amores: Querétaro, León, Morelia, Aguascalientes y a Guadalajara y el D.F. cuando se jugaban los clásicos. Con los años, mi pasión ha menguado y solo voy al estadio cuando Las Aguilas visitan San Luis. Mi hijo Alfredo, que vive en Cancún, heredó, sin proponérmelo, mi pasión por el futból y por el América. Disfrutamos y sufrimos muchos momentos juntos esa sensaciónes de euforia o de profunda tristeza. Voy a extrañar mañana su abrazo.

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