lunes, 19 de noviembre de 2012

Elemental, mi querido Watson


Aunque no he leído todas las aventuras de Sherlock Holmes (que según tengo entendido son casi 60), conozco varias y me declaro admiradora no sólo del acertado detective sino de su creador Sir Arthur Conan Doyle, quien a finales del siglo XIX supo darle vida a un personaje que aún ahora, es el ejemplo a seguir para la creación de tooooodos los héroes de series policiales, desde cualquier versión que se piense de CSI, hasta exitosos dramas televisivos como el del Dr. House, quien durante un tiempo vivió con “Wilson” (que vendría a ser un “Watson”), en el apartamento 221-B, que corresponde a la misma numeración de aquel que el original Holmes compartía con Watson.


Este personaje ha sido traído a la vida una y otra vez por el cine y la televisión en innumerables ocasiones, y cuando en el 2010 una versión Hollywoodense lo puso de nuevo en boga (como si alguna vez hubiera dejado de estarlo), la BBC se dio a la tarea de crear una nueva miniserie (estupenda y altamente recomendable por cierto), que tuvo la osadía de traer a Holmes y a Watson al siglo XXI, la parte más interesante de esta adaptación, es la forma en la que los guionistas han decidido que Holmes interactúe con las tecnologías de la información presentes en nuestra era, y cómo en base al perfil diseñado por Conan Doyle, decidieron, por ejemplo, que Holmes está en pro del uso de los mensajes de texto (SMS) por celular.

Este año, un nuevo (y malo desde mi punto de vista, pero como dicen en mi rancho “ahi ca’quien”), intento por integrar a Sherlock Holmes en el siglo XXI, vino por parte de CBS, que lanzó la serie “Elementary” en la que un moderno Sherlock acompañado de UNA (sí, es mujer) Watson, se dedican a resolver crímenes y del que lo único que me llamó la atención, fue la coincidencia con la versión de BBC en decidir que Holmes usa, aprovecha, y hasta abusa de los SMS de celular a celular, pero, el Holmes de la CBS, además entiende, aplica y apoya el uso de abreviaturas modernas que pueden resultar incomprensibles para el resto de los mortales, aunque por supuesto para el resultan “elementales”.

Aquí es donde ya no sé qué pensar… me cuesta creer que el Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle aceptara, abrazara e incluso celebrara la deformación del lenguaje convertido a una suerte de código encriptado que es solo capaz de entenderse por las nuevas generaciones, un código en el que la sintaxis, la gramática, y hasta la fonética (de la ortografía ya ni hablamos), se pase por alto en aras de una comunicación más rápido… como que todo lo que tenemos que decir, fuera urgente de ser comunicado.

Entonces, las frases se convierten en siglas, las palabras en letras, las letras en emoticones (figuritas creadas con las letras para representar caritas felices :)  tristes :(  sacando la lengua :P  riendo a carcajadas xD  desconcertadas o_O indignadas u_u  asustadas D: y una cada vez más larga lista de etcéteras).


En mis nada lejanos años de juventud, las siglas TQM (Te Quiero Mucho), se hicieron populares rápidamente y a la fecha sigue siendo un código común y creo que entendido por chicos y grandes. Luego, con la famosa/bendita/maldita globalización, la web 2.0 y el consecuente auge de las redes sociales, las barreras idiomáticas han desaparecido y los más jóvenes hablan algo así como un “espanglish”, y entonces los códigos resultan ser abreviaturas de frases en inglés y no en español, por lo que dos amiguitas de 8 años se escriben mensajes diciendo “Tú eres mi BFF”, abreviatura de “Best Friend Forever”, y el “jajaja” que acostumbrábamos leer, se ha transformado por “LOL” (Laughing Out Loud) o incluso frase más largas “ROFL” (rolling on the floor laughing), y aquí me voy a detener porque si no, no nos va alcanzar el espacio, LOL.


Pero además de estas siglas (más que abreviaturas), una serie de anglicismos que tienen que ver con el mundo de la tecnología y el internet se han arraigado tan poderosamente en nuestro lenguaje, que la Real Academia de la lengua Española no ha tenido más remedio que aceptarlos, es así que googlear, feisbuquear, tuitear y chatear, entre otras, ahora son parte del idioma español o_O

Ahora bien, dentro de esta nueva subcultura de internautas que generan esta serie de códigos que luego pasan a la vida diaria y terminan siendo una forma reconocida y aceptada de comunicarse, lo que más rompe los ojos es la deformación del lenguaje, en la que parece que el alfabeto no tiene suficientes vocales y por eso hay que repetirlas, además de que es un arte/gracia/nosénicómollamarlequierollorar, escribir una palabra de cuatro letras, con faltas de ortografía intencionales y exceso de vocales,  por lo que es común en internet, en los mensajes de celular (y me temo que ya también en muchas escuelas), leer frases escritas de esta forma: “ooLAA liiiiNDDaaA, Kmo eZZtaaS?” (...creo que se me murieron dos neuronas nomás de escribirlo), me van a perdonar pero a esto último, todavía no logro encontrarle sentido.

Y por último, están las abreviaturas/letras/expresiones que se llevan la fonética entre las patas y que debo decir que son cada vez más comunes aún entre los adultos, y son las que encontramos cuando alguien para decir “que” escribe “k” …cuando se supone que “k”, suena “ka”…o yo estoy mal  …o muy vieja (no respondan). Y de la misma forma “x” que se puede leer “por”, al escribirse “xa” se convierte en “para” …de nuevo:  o_O

¿Habrá que adaptarse o morir?, ¿Será que llegue el día en que todos nos comuniquemos de nuevo con sonidos guturales? LOL, espero que no.

Yo misma (como se habrán dado cuenta), me encuentro ya inmersa en estos nuevos códigos y a veces me encuentro agregando emoticones felices, confusos o sacando la lengua, en mensajes dirigidos a clientes o a la profesora de mi hija y el único argumento que tengo para decir no sé si en mi defensa o simplemente para explicarlo, es que en efecto una idea puede expresarse de forma más inmediata y enriquecer (sí, con una carita), el sentido de lo que está escrito.



Concluiré diciendo que hay cosas, como las abreviaturas y los emoticones, que me parece que cumplen con esta última función y otras que rompen y me seguirán rompiendo los ojos y que espero que no consigan deformar el lenguaje para siempre, lo cierto es que la forma de comunicarse ha cambiado y descifrarlo es además de necesario, interesante y divertido.

Tal vez después de todo no se equivocaron tanto al pensar que Holmes hubiera optado por el uso de códigos en esta era, cuando descifrar y deducir, era lo que mejor hacía. Aunque estoy segura que jamás hubiera ido tan lejos como para escribir: “Lmental mi Krido Watson”.

1 comentario:

  1. Gnl mi Krida Tania!!!!!
    En serio: excelente y necesario artículo, lo comparto ahora mismo que para eso debieran ser las redes sociales: para crear una comunidad de intercambio de conocimiento.

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