Hoy me
apareció el “recuerdo” en facebook de algo que escribí cuando Luna estaba por
entrar a la Secundaria, volaron (porque no pasaron) tres años y casi sin aviso,
o al menos así se siente, ahora está a unos días de iniciar 4to. de Liceo (el
equivalente a 1º de Prepa en México), sí, la Pulga está en la prepa, la misma
que decía “pícula” para pedirme OTRA VEZ que le pusiera la película de “Blanca
Nieves”, la misma que me hizo memorizar todas las canciones de “CATS” de tantas
veces que las repetía mientras bailaba frente al televisor imitando a la “gatita
blanca” con una cinta amarrada en la cintura, larga de atrás para simular la
cola, la misma que cuando tenía cinco años nos llenó de orgullo al reconocer la
figura de la Torre Eiffel (aunque luego nos dijo que estaba Washington).
Esa niñita
siempre calma y observadora, que me ha enseñado (aunque a veces parezca que lo
olvido), que no hay una única forma de disfrutar, que hay alegrías menos
estridentes que la mía, soledades como paraísos y detalles que a veces parecen
chiquititos pero que son los que vale la pena recordar. (Eso me recordó una anécdota
de cuando tenía 6 años, acá se las dejo: "La foto con Barbie")
El año
pasado, hicimos un viaje juntas para celebrar sus XV años, era la más chica del
grupo así que nuestros compañeros de viaje automáticamente sentían la necesidad
de protegerla, aunque, seria como es, creo que no cruzó palabra con nadie que
no fuera yo, cuando viajábamos de una ciudad a otra, conversaba conmigo en el
ómnibus, y hubo un momento en el que una chica que viajaba en el asiento atrás
de nosotros (también eran Madre e Hija) me dijo: “le escuché la voz!!”, más
emocionada que cuando vimos a la Cibeles. “Qué calladita” decía la mayoría, “debe
ser que la Madre habla tanto que ella ni chance tiene” decía la otra madre
mexicana del grupo, “yo me la llevo conmigo, es tan divina”, decía una Señora
Argentina que seguía viaje hasta Italia, un argentino se pasó tratando de
hacerla reír, muchas veces lo consiguió pero igual Luna no le dirigió ni media palabra
y… ¿Saben qué? No importó.
Disfrutó A
PLENITUD del viaje, nos morimos de risa cada vez que recordamos que después de
subir a una de las montañas rusas más rápidas del mundo, donde casi me mato fue
en la calesita (carrusel), recuerda todos los detalles del viaje, los
espectáculos, los lugares… y la gente que viajó con nosotros, los detalles
que tuvieron con ella y su forma de compartir todo aquello que por momentos
parecía tanto que era imposible de asimilar.
Hoy,
reflexionando, me di cuenta que tanto como le insisto acá que hable con la
gente, que conviva más, que no se quede callada, que participe de las
conversaciones, que ahora que va a entrar a la prepa, entre con una nueva
postura hacia los demás… tanto y TANTO como insisto, tanto y MUCHO… en ese
viaje no importó, es cierto que todos podemos, en cada nueva oportunidad, como
nuevo es cada día, tratar de ser mejores, más empáticos, más respetuosos de los
demás y más conscientes de nuestro entorno, sí, es cierto y eso se lo seguiré
diciendo, al mismo tiempo que también yo lo intento, aunque conseguirlo no es
tan fácil como decirlo… pero no hay que perder de vista que la vida también es
un viaje, y también tenemos algunos compañeros que elegimos, y otros que no,
algunos que dejan huella y otros que no recordaremos aunque choquemos con ellos
de frente y que, cada uno, vive ese viaje de manera diferente, cada uno decide
atesorar lo que es valioso para sí y deja ir todo lo demás.
Como en
todo viaje, aprendemos de nuestro origen, aprendemos mucho y tanto más, si se
quiere, durante el trayecto, y una vez que parece que hemos alcanzado nuestro
destino, descubrimos que sólo llegamos ahí para iniciar otro viaje.
Por eso, en
este nuevo inicio, sólo quisiera decirle esto: disfruta del viaje a tu manera,
nadie puede vivir, sentir o crear memorias por ti, excepto tú, trata de ser una
mejor persona cada día, pero a tu paso, sin dejar que nadie, ni yo… o debo
decir, yo menos que nadie, intente marcar un ritmo diferente al tuyo, y crece, crece
tanto como puedas, sin miedo, o a pesar de él, nosotros: Papá, Abuela y Yo,
estamos orgullosos de acompañarte en este camino.
Dicen que
los viajes se viven tres veces: cuando los planeas, cuando los haces y cuando
los recuerdas. Así que el día que a nosotros nos toque bajarnos en alguna estación
y continúes tu viaje sola, espero de todo corazón que hayamos conseguido que
los recuerdos que lleves como equipaje, te llenen el corazón y te ayuden a
seguir.
Feliz
inicio de año, Pulguita. Te amamos.
Sos genia Tania!! Me siento muy identificada en cada una de tus palabras!!!
ResponderEliminarPrecioso mensaje. Éxitos!!!!
ResponderEliminar