domingo, 6 de junio de 2010

No me hagas enojar!


Mi hija (si, otra vez mi hija, que quieren?) llegó un día diciendo: “Mamá, fulanita me sacó la lengua!!” estaba a punto del llanto y su voz se entrecortaba, yo me mostré exageradamente alarmada y le abrí la boca mientras gritaba: “Nooooo!” ella me miraba desconcertada mientras yo fingía revisar que su lengua estuviera en su lugar, luego suspiré y dije: “menos mal, tu lengua sigue ahí, no dijiste que fulanita te la había sacado?”, mi pequeña se empezó a reir y dijo: “no Mamá, no mi lengua, sacó SU lengua” y entonces le dije: “aaaaah bueno, pero esa lengua es suya, deja que haga con ella lo que quiera”. La lección es clara, lo que te hace enojar o sentir mal, no es lo que la otra persona hizo, es tu propia forma de reaccionar a lo que otro hace.

Yo no soy una persona de carácter fácil, si bien la mayor parte del tiempo me río y bromeo de todo y por todo, también suelo perder el control con las cosas que se salen de mi área de influencia, hoy fue uno de esos días, el por qué no viene al caso, el hecho es que reaccioné perdiendo la calma, haciendo reproches y hasta llorando, después, cuando todo había pasado, mi Papá se acercó y me dijo: “mírame a mí, mi espíritu es fuerte, soy más inteligente que mis impulsos, tú eres inteligente, o no?” parecía como si me dijera: “era su lengua o la tuya?”

Después entré un rato a twitter, red en la que participo con frecuencia, y por la razón que haya sido, más de una de las personas con las que interactué expresaban su molestia por algo que dije o la forma en que lo dije y otros hasta por lo que no dije y me daban ganas de decir: “es tu lengua o la mía?”. Nos es increíblemente fácil encontrar culpables para todo, inclusive para nuestro sentir y la forma de expresarlo, siempre que hablo de este tema pienso en el arte, es sin duda un buen ejemplo, siempre existe la probabilidad de que lo que el autor de una pieza musical, pintura, escultura, incluso un libro que podría parecer más explícito, no se parezca en nada a lo que el lector, espectador, público o lo que fuere, sintieron al entrar en contacto con la obra, porque hay una carga emocional diferente en cada ser humano, marcada por su educación, su contexto y sus propias, individuales y únicas experiencias.

Debo confesar que más de una vez me he jactado de tener bien claro este concepto: “yo soy dueña y responsable de mis sentimientos, no es que tú me hagas enojar, es que yo elijo enojarme por lo que tú hiciste” y sin embargo hay situaciones con las que pierdo la cabeza, como hoy.

Nadie dijo que fuera fácil esta tarea de hacerte responsable de lo que sientes, pero si lo logras, (conozco además de mi Padre a más de uno que lo ha hecho) vivirás más tranquilo, porque te sabes responsable de lo que dices mas no te sientes culpable de cómo el otro reaccionó al escucharlo (ojo, repito, te haces responsable de lo que dices), además, dejas de endilgarle a otros, culpas que no les corresponden.

YO decido quien influye en mi ánimo y de qué forma, y para quien ha decidido que yo influya en el suyo, tengo que agradecerlo, es un honor.

Por mi parte, he decidido que a partir de hoy, como un sano ejercicio, cuando me den ganas de andar buscando culpables, correré al espejo más cercano y me diré en voz alta: “No me hagas enojar!”

5 comentarios:

  1. Recordé una frase que le oí a un amigo
    "No soy responsable de la cara que tengo, pero sí de la jeta que pongo", la forma de reaccionar a nuestro entorno es nuestra responsabilidad, el entorno es y será como es

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  2. Tengo que admitir algo, doña: Su familia es muy sabia. Cuando no es su padre o usted, es incluso la pulga, pero siempre hay algo que aprender de lo que usted escribe sobre lo que vive día con día.
    Ojalá fuera tan fácil aplicar todo lo que se lee en su blog, definitivamente así me ahorraría un par de corajes al día, pero para mi mala suerte no se puede cambiar tan fácilmente.
    Lo bueno es que me da ideas, doña, y aunque no lo crea, desde el otro lado del monitor ayuda a que algunos seamos mejores personas.
    Ya no se enoje, doña, acuérdese que la de los berrinches aquí, soy yo =)
    Saludoxxx

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  3. Tania: Su padre es un hombre sabio. Y como él lo dice, de espíritu fuerte.
    Esas teorías, que incluso usted ha aprendido, sobre "yo elijo enojarme, yo soy dueño de mis sentimientos,yo elijo como reacciono" son muy buenas y muy ciertas cuando se ponen en práctica. Sin llevarlas a la práctica son sólo eso, teorías.
    Aproveche que tiene una gran escuela en su señor padre y ponga en práctica enseñanzas como esas, ya que cuando perdemos el control y no somos dueños de la reaccion provocada en nuestra persona, suceen varias -al menos dos- cosas:
    una: quien se enoja o reacciona descontroladamente sufre y resiente el daño.
    dos: cuando la persona que pierde el control tiene además algún tipo de poder, genera efectos y daños colaterales que son directamente proporcionales al producto de su nivel de poder y el grado de encabronamiento. En otras palabras, quien se enoja puede afectar gravemente a otras personas.
    Usted está en una muy buena edad y excelente situación para poner en práctica esas enseñanzas y además difundirlas a la gente que usted es capaz de tocar.
    Que Dios la bendiga y Buda la ilumine.

    Oscar Aguilar

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  4. padrisimo....ahi te va otra porra para que sigas escribiendo....un beso te quiero...la exflais

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  5. Me encanto su comentario sobre todo la filosofía con que afrontó el enorme problema de su hija "y la lengua", creo es una postura que todos deberíamos tomar frente a la vida, me quedo con "YO decido quien influye en mi ánimo y de qué forma".

    slds.

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