martes, 30 de marzo de 2010

Galletas de mantequilla...




Con el desastre de la mudanza que hoy por fin después de tres meses concluye, llegaron cajas y zapatos, bolsas y juguetes, libros y… todo mi equipo de repostería, sí! Mi deseo desde los doce años fue aprender repostería, no como una profesión sino como un hobbie, como un placer, un gusto pues, al paso de los años me conformé con repetir una y otra vez la receta de galletas de mantequilla que mi Mamá tenía a la mano, siempre quedaban deliciosas así que el proceso se veía coronado por las sonrisas y los “me das otra?” de los comensales, que satisfacción más plena que es ver el fruto de tu trabajo convertido en éxito, en fin, aquella receta, que aún conservo escrita a mano (con pésima caligrafía) empieza como toda buena receta con un título:

Galletas de Mantequilla

Luego claro, los ingredientes:

750 grs. De harina cernida

250 grs. De azúcar glass

500 grs. De mantequilla (nunca nunca usar margarina porque la galleta encoge y puede perder la forma)

1 cucharadita de vainilla

2 yemas

Esta receta la he preparado muchísimas veces, no sé cuántas pero era obligada cada Navidad, recuerdo que…ah, perdón, falta la preparación:

Se acrema la mantequilla con el azúcar glass. Se incorporan la vanilla y las yemas y al final se agrega la harina…

Saben de que me acordé? De las trencitas de mantequilla, creo que mi Mamá aún conserva la charola en la que horneábamos, olía delicioso, aún ahora, cuando horneo, más que la textura, el color y la famosa prueba del palillo, es el aroma el que me da el punto exacto, probablemente sea la única loca con esa teoría, bueno pero les decía.

Se deja reposar en el refrigerador por una hora, para hacer más fácil el trabajo posterior (es probable, dependiendo de clima de tu ciudad, que la masa se haya endurecido, si es el caso, puedes ablandarla metiéndola 30 segundos en el micro), luego se extiende la masa, se corta de acuerdo a la figura deseada y se hornea a unos 170 grados centígrados por unos 20 minutos o hasta que la galleta esté ligeramente dorada (si tu horno calienta mucho, a 150 grados, deben quedar perfectas).

Mientras horneamos les cuento, me olvidé por mucho tiempo de la repostería, hasta que ya de grande, casada y con mi hija de unos ocho meses de edad, me vi, a causa de mis propias decisiones, desempleada, así que con la ayuda de mis Papás, me metí a clases de repostería para “hacer negocio” los tiempos eran otros, yo luchaba en conjunto, no lo niego, por sacar una familia adelante y sin embargo, al mismo tiempo, estudié repostería como rescatando un sueño, como rescatándome a mi, queriendo sacar fuerzas de las cosas que amo hacer para resolver un momento de crisis, de pronto adivinaba lo que los ex compañeros de trabajo pensarían de la Lic. Tania Valladares anterior Especialista en Desarrollo Organizacional y Comunicación Interna, vendiendo galletitas, pero no me importó, tan no me importó que hice pasteles para muchos de ellos.

Ya deben estar listas las galletas, por cierto, antes de hornearlas, pueden poner un palito de bambú o de papel para usarlas como paletas/galletas en centros de mesa, no es recomendable que sea de madera porque como decía mi maestra “rancian” las galletas, puedes decorarlas con royal icing, betún tipo merengue de colores o barnizarlas con yema antes de hornearlas, a mi Mamá le gustan naturalitas.

Otra cosa importante es que si quieres hornearlas para ser decoradas, debes abrir el horno unos 5 minutos antes de que estén listas y con una espátula de metal aplanar las burbujas para que queden lisitas.

Voilá! galletas deliciosas, ya verán…que les iba a decir?, ah sí, el recuerdo más duro de esa temporada fue ir con mi hija, que apenas caminaba, de tienda en tienda en un centro comercial ofreciendo las galletas decoradas, “son preciosas pero aquí no las pagan” fue la respuesta general, agotada de cargar/caminar con Luna nos sentamos en el área de comidas y una Señora vió las galletas (que ahora venden en todas las tiendas en las que me dijeron que no), le gustaron, compró un par, intercambiamos datos y a la semana le vendí doscientas galletas para un evento, que curioso, a menudo hablo de que cuando dejé de trabajar me dediqué a las ventas, pero siempre obvié ese momento y ahora que lo pienso, fue el momento exacto en el que empecé a vender, a advertir una oportunidad y tratar de repetirla una y otra vez, generando ganancias y bueno, otros hechos y decisiones me han traído a este momento, tan lejos de aquel otro…

Es curioso sentir nostalgia por los momentos en que tu necesidad era mayor, tu situación más desesperada y tu esfuerzo más agotador, quizás se deba a que te reconoces de nuevo, a que sabes que fue la gestación del momento que vives ahora, después de todo, nunca se sabe lo lejos que pueden llevarte unas galletas de mantequilla.

Que las disfruten.


6 comentarios:

  1. ya pasé doña, para que no diga que no...
    le voy a decir a mi mami que me haga sus galletas un día de estos...
    pero igual quiero una de las de usted xD
    saludoxxx

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  2. tia te he encontrado, jaja siempre he dicho ke despues de muchos clicks podria encontrar algo bueno jeje!! soy humberto tlaquis valladares pero puedes decirme primo jaja, es muy raro encontrar mi apellido materno asi ke seras mi consentida prima, tia, o mama?? jaja ntc un saludote desde Ajalpan Puebla o visita www.estoesajalpan.com

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  3. por cierto mi twitter es www.twitter.com/estoesajalpan1 por ahi nos seguimos

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  4. Para los chinos (creo que si) la crisis no era sino una oportunidad. Toda historia de gran mujer, tiene antecedentes similares. Yo le admiro por eso, y lamento que no sea usted mi vecina para ir a pedirle consejo...

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  5. Celebro este tipo de textos, en verdad uno se reconoce más cuando las situaciones son adversas y se encuentra el talante y el arrojo para superarlas..
    Yo también pasé un año bastante dificil con el "error de diciembre" del 94 y parte del 95.. la construccion sin trabajo, en la empresa no nos pagaban y yo tenía un hijo de meses al que habia que alimentar, me sostuve y hasta obtuve algo de ganancias extras vendiendo galletas de repostería (mi papá era panadero y yo llegué a ser oficial) que vendía en algunas oficinas.. hoy todavia me preguntan que cuando vuelvo al negocio! XD
    Saludos y un gusto leerla.. va para favoritos! ;-)

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  6. muy chido el diseño de tu blog ! Se antoja tener uno...saludos. @k_p_lo

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