miércoles, 18 de noviembre de 2009

La casa rota

Que difícil es cuando te das cuenta que has vivido gran parte de tu vida llevado por la corriente, haciendo todo aquello que se supone que por estándar social tenías que hacer en su momento: estudiar una carrera, tener un noviazgo, casarte, tener hijos, comprar una casa, auto propio y viajar una vez al año a la playa, pasear los domingos y comprar un perro, son cosas que la gente hace, cosas...que se supone que deberíamos hacer.

Entonces uno se adentra en la inclemente multitud y queda todo apretujado en el montón y ni para donde hacerte, en el mejor de los casos encuentras un huequito donde no te muevan demasiado o logras asirte de un poste y conseguir que el gentío no te arrastre demasiado lejos.

Esa sensación, es como el sueño que te oprime y te hace gritar desesperadamente...y nadie escucha. Es la sensación de llevar un rumbo equivocado y no poder virar, de estar en donde no eres feliz y no poder salir, de contemplar un futuro que no se parece ni por asomo a lo que soñaste y no poder renunciar.

Pero se puede, cuando sabes lo que quieres, cuando estás seguro que surgiendo del dolor serás una mejor persona y aquellos a tu alrededor también, cuando tienes la certeza de que ni tú ni el otro son felices ya, haciendo lo que se supone que deberían...se puede, aún cuando los compromisos atan y la incertidumbre te ronda, porque la vida que nació cómo un deber hacer es vida más grande que la tuya y es por esa vida que hay que encontrar el valor...y virar.

En mi caso, esa vida es Luna, que es la prueba inequívoca de que aún con todos nuestros errores y malas decisiones, siempre hay algo bello que justifica nuestra existencia, que nos rescata, que nos demuestra que ni un minuto de vida ha sido desperdiciado y esa vida es capaz de ver más lejos de lo que imaginamos, de entender lo que sucede más allá de nuestro propio entendimiento.

Y un día la descubres escribiendo en su diario: Papito no vive más aquí, tiene una nueva casa que me gusta, voy a tener 2 camas y 2 cuartos y 2 de todo, mi casa se partió en 2, me gusta mi casa rota.

8 comentarios:

  1. Tienes razon. Pareciera que estamos en un constante desdén de lo que realmente queremos con tal de satisfacer lo que los demas esperan que hagamos. Nunca te dejan en paz. Si ya te casaste, cuando el bebe? Ya que lo tienes, cuando el hermanito?

    Y como en mi caso, cuando les dices que solo vas a tener un hijo, se extrañan y te tachan de egoista... Como es posible?

    Pero lo que tu caso y el mio tienen en comun, es que el tener un hijo cambia tu perspectiva de vida. Todo lo demas no importa. No hay planes. Nada esta escrito. Vives y te desvives por ellos.

    No hubo decisiones malas. Como haya sido, Luna siempre te tendrá a ti. Sera tu amiga, tu némesis. Estas en un punto en que ella sabe lo que siente, lo percibe... Es parte tuya el orientar y alentarla a expresar lo que siente, asi te acercarás mas a ella y Luna apreciara tu esfuerzo por comprenderla.

    Hay una parte de una cancion que dice: "God didn't bring me this far to leave me now"... O lo que es lo mismo: Las cosas pasan por algo.

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  2. Caray, amiga y colega Mala Calaña, me hiciste llorar como un crío. Tu texto es sentimiento puro, lo transmites muy bien. Y llegar a la hora de la casa dividida es realmente un clímax. Hace vibrar el corazón. Para que el intelecto comprenda. Veo que eres como creo. Una mujer libre después de mucho hacer lo que no querías, ahora vuelas apoderada de ti hacia un nuevo grado de exitencia. Como feminista sé que se llega allí por el éxtasis, la frialdad y la tristeza, en ese orden. Tú, según leo, ya estás en esa tristeza de donde emerge la capacidad real para reír y ser felices, dado que son dones sólo de la libertad. Gracias por tu texto, una gran enseñanza para un poeta como yo. Toda mi admiración y respeto.

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  3. que bonito texto, los primeros párrafos no asoman ni de casualidad el tremendo final lleno de emoción, pero encajan perfecto, primero un llamado a la libertad, después a la introspección.

    Roy

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  4. TANIA...que forma tan bella de expresar tu pena, y que forma acertada de liberar tus sentimientos. Una catarsis de sanación muy exquisita.
    "Las mujeres han actuado de espejo durante siglos debido a la magia y al delicioso poder de saber reflejar la figura del hombre, al doble de su tamaño natural".
    Virginia Woolf, con esta frase, resume ese mandato que por siglos las mujeres han cumplido...y aún hoy siguen cumpliendo.
    Te felicito por saber decir BASTA!

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  5. el último párrafo es como aquello que jamás esperas leer. Su casa rota. Y el corazón con una cicatriz de alguna herida del pasado.

    Te seguiré. Me gustó el blog.

    saludos

    Pablo

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  6. Las metáforas de los niños son increíbles, mira que una casa rota encierra tanto.
    Un abrazo.

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